El grado en Fisioterapia de la Facultad de Ciencias de la Salud de Manresa ha completado este curso 2022-2023 la implantación de la metodología del aprendizaje basado en problemas (ABP), que introdujo por primera vez el pasado curso. Ésta es una metodología que se utiliza a partir de segundo curso de grado, cuando el estudiantado ya ha adquirido unos conocimientos básicos sobre la profesión. Se trata de que el alumnado integre conocimientos, habilidades y actitudes al mismo tiempo que resuelve un problema relacionado con la profesión y con su práctica. Este año, 345 personas que estudian Fisioterapia en UManresa, distribuidos en 45 grupos, están aprendiendo con esta metodología.

El aprendizaje basado en problemas es una metodología activa que parte del planteamiento de un problema que el estudiantado debe resolver y que está relacionado con la práctica profesional. El problema que se plantea relaciona contenidos de diferentes asignaturas, de modo que en el trabajo para resolverlo, los estudiantes deben movilizar, adquirir e integrar conocimientos que forman parte de estas asignaturas. Se trata de situaciones y problemas que tienen que motivar al estudiantado y que tienen que ser muy cercanas a la realidad.

Este año académico 2022-2023 se ha completado la implantación de esta metodología en los estudios con la introducción de la metodología en el tercer curso del grado. A través del ABP, el estudiantado de segundo aborda conocimientos de las asignaturas de fisioterapia neurológica, de fisioterapia del sistema músculoesquelético, de farmacología y de bioestadística. Lo hacen a través de casos relacionados con el día a día de una asociación de afectados de esclerosis múltiple y de un problema en una residencia de ancianos. En tercer curso, el ABP combina las asignaturas de fisioterapia comunitaria, elaboración de proyectos y fisioterapia del sistema músculoesquelético y se trabaja a partir de un caso relacionado con la implantación de la fisioterapia en la atención primaria y comunitaria.

Esta forma de trabajar obliga al profesorado a situarse en un papel diferente. De hecho, las clases en las que se trabaja con esta metodología son similares a una tutoría. En estas sesiones, el profesorado pasa a formar parte del grupo que está trabajando el caso, debe ser un facilitador de aprendizaje, pero favoreciendo que sea el estudiantado quien avance en la resolución del problema planteado.

Esta metodología favorece el trabajo en equipo de los grupos, formados por entre 8 y 10 estudiantes; hace que el estudiantado tenga que buscar información y posteriormente integrarla y movilizarla para resolver la situación concreta que se le ha planteado. Aunque se trata de un trabajo cooperativo, esta forma de trabajar obliga a la persona que estudia a ser la principal responsable de su aprendizaje. También hace que algunos de los alumnos tengan que asumir distintos roles organizativos, como el de secretario y el de coordinador.