Cómo prevenir lesiones en las piernas en el hockey hierba

El hockey hierba es un deporte colectivo que se juega entre dos equipos de diez jugadores y un guardameta. Se hace uso de un stick con el que se intenta marcar gol en la portería opuesta pasándose una bola de reducidas dimensiones y de consistencia alta. En esta entrada repasamos las principales características del deporte, las principales lesiones que afectan a las personas que lo practican y cómo prevenirlas.

¿Cómo es el terreno de juego del hockey hierba?

Este deporte se practica en campo, generalmente en superficies de césped natural o turfo (moqueta), aunque actualmente es más frecuente el turfo remojado de agua durante el juego. Este terreno tiene poca amortiguación y una adherencia adecuada si se hace uso de un calzado específico. Los principales inconvenientes son que es abrasivo y que se sobrecalenta.

El gesto deportivo en la práctica del hockey

Un factor diferencial de este deporte es el gesto deportivo. La posición habitual de un jugador de hockey es con el tronco y la pelvis flexionados, y las rodillas y tobillos en semiflexión. Con esta posición se busca una actitud más dinámica y activa para el juego. Una de las características relacionadas con el gesto es el disparo, que requiere un movimiento de swing con las extremidades superiores con el objetivo de dar pases de larga distancia o de tiro a portería.

Las principales lesiones en las piernas en la práctica del hockey hierba

En las extremidades inferiores son frecuentes las contusiones, lesiones musculares, lesiones ligamentosas y lesiones dérmicas. Las podemos agrupar de esta forma:

• Lesiones provocadas por factores externos al jugador, como pueden ser contusiones provocadas por golpes de bola, del stick o de choques con otros jugadores. La mayoría de las que requieren tratamiento del servicio de urgencias del hospital son de este tipo.
• Lesiones provocadas por factores que dependen del jugador, como las que provocan las fuerzas internas que actúan sobre los músculos, ligamentos o articulaciones. Estas fuerzas pueden provocar ruptura de estas estructuras.
• Las estructuras músculotendinosas más afectadas son las posteriores del muslo, puesto que durante el juego están en constante tensión.
• Los esguinces de tobillo son las lesiones más frecuentes de este grupo por los cambios de dirección y giros bruscos que se efectúan durante el juego o por pisadas sobre otros jugadores.
• También existe una incidencia elevada de lesiones de ligamentos cruzados como consecuencia de la alta adherencia entre la superficie y el calzado que provoca que el pie quede anclado en el terreno cuando el jugador quiere cambiar de dirección.
• Las lesiones por desgaste incluyen todas aquellas causadas por la acumulación de horas de actividad.
• Por último, las lesiones dérmicas, los hematomas subunguiales, abrasiones y laceraciones por caídas, golpes o choques son también bastante habituales.

Recomendaciones para prevenir lesiones en la práctica del hockey hierba

• Higiene deportiva: debe haber una relación directa entre los entrenamientos, la preparación física (muscular y propioceptiva), el descanso y la dieta para evitar las lesiones y tener un mayor rendimiento.

• Higiene postural: aunque no sea útil durante el juego, es esencial mantener unos hábitos posturales correctos durante las actividades de la vida diaria y una buena calidad de la musculatura.

• Higiene y cuidado de la piel: se debe tener en cuenta la hidratación (aplicarla después de la actividad física), el control de la sudoración, un corte de uñas adecuado y un uso de calcetines adecuados (protección de la piel de la fricción del calzado y transpirables). Una visita al podólogo puede ser muy útil para recibir un buen asesoramiento sobre estos aspectos.

• Calzado: éste debe adecuarse a la superficie, proteger el pie y permitir realizar el gesto deportivo sin interferencias. Debe tener las siguientes características:

  • Amortiguación → debe incorporar un acolchado en la media suela para absorber los impactos que sufren los pies y las extremidades inferiores, ya que la superficie no lo proporciona.

  • Protección → material de consistencia alta en el antepié para proteger los dedos de los impactos y el retropié para tener mayor estabilidad.

  • Impermeabilidad → para evitar la entrada de agua en el calzado, ya que en la mayoría de campos hay agua durante el juego.

  • Adherencia → debe haber una buena relación entre el calzado y la superficie. Cuando el campo es de turfo, la suela debe tener bastantes tacos, pero cortos. En cambio, si se juega sobre césped natural, la suela tendrá menos tacos, pero más largos.

  • Peso → Normalmente cuanto más ligero es el calzado mejor pero respetando las indicaciones que se han dado en los puntos anteriores.

  • Ortopodología: esta actuación se aplicará a aquellas personas que tienen mayor riesgo de lesionarse debido a una afectación de la funcionalidad y/o morfología de los pies o de las extremidades inferiores. Por este motivo es recomendable realizar revisiones podológicas.

Julia Calvó, Berta Pelegrín y Carla Sánchez, alumnas del grado en Podología del campus Manresa de la UVic-UCC