Buenos espacios para una buena educación

Hablar de educación y de espacios obliga a recordar a Loris Malaguzzi, un referente en educación, conocido porqué definió el espacio como el tercer educador. Un espacio que facilita o dificulta que pasen determinadas cosas, determinadas relaciones, determinados tipos de actividades o interacciones. En UManresa acabamos de estrenar un nuevo edificio, FUB4 - UEducación, un espacio que en pocas semanas ya nos han permitido constatar la idea de Malaguzzi: para ofrecer una buena educación es clave tener buenos espacios. 

Nuestra experiencia, a pesar de ser breve, ya nos permite valorar cinco aspectos en los cuales el nuevo edificio nos ayuda en nuestra tarea: 

1. Conexión: las tres plantas compactas, cada una con su funcionalidad, su medida... permite conectar muy facilmente entre estudaintes de grado en Maestro de Educación Infantil y el Ciclo Formativo de Grado Superior de Educación Infantil entre ellos, entre estudiantes y el Lab y la Upetita, entre equipo docente y profesorado colaborador, entre estudiantes y el profesorado, entre maestros en activo y futuras maestras... Todo de manera fluida, para nada forzada.  
2. Adaptación: el nuevo edificio y el mobiliario con el cual lo hemos llenado se adapta a nuestras necesidades actuales y pensamos que también a las que puedan surgir en el futuro: tenemos un mobiliario versátil, mesas con ruedas, que se pliegan, sillas que se mueven fácilmente, espacios diáfanos... El contenido del edificio da respuesta a cualquier necesidad docente. 
3. Estética: es un edificio muy bonito, por fuera y por dentro. Por fuera con este color tan peculiar, verde, un color que nos identifica muy claramente. Discutíamos si FUB4, si UEducación... Cuando queremos que nos encuentren referenciamos el edifico verde y nos encuentra todo el mundo. Por dentro es claro, amplio, transparente, muy agradable... Ir a trabajar cada día a un lugar al cual hace ilusión entrar es muy gratificante. 
4. Visibilización: el nuevo edificio nos hace presentes en la entrada a Manresa, en un espacio propio. Teníamos un CIFE escondido en un rincón de la FUB1. Para llegar al Lab se tenía que pasar por una entrada de detrás que solamente se encontraba si se nos buscaba con intencionalidad. Ahora estamos juntos, Grado, Ciclo, Lab, CIFE, Upetita, orgullosamente visibles para todo el mundo en la entrada de Manresa.  
5. Ampliación: 

• Hemos ampliado la apuesta por la educación con un Centro de Documentación que nace repleto de la colección de 8.000 llbros de Josep Maria Aloy, que generosamente nos ha cedido la familia. 
• Hemos ampliado el Lab. Tendremos un Lab 0-3, un Lab 3-6, un Lab 6-8 y una o más furgonetas. Si le ponemos cifras, acercaremos la ciencia de forma entusiasta y participativa cada curso a más de 18.000 niños y niñas. Es una cifra espectacular, pero todavía lo és más que lo hagamos manteniendo la calidad de las propuestas que presentemos. Porqué la cantidad impresiona, pero es más importante conseguir mantener la calidad. 
• Hemos ampliado con la creación de una escuela infantil propia de la universidad que nos permitirá tener muy certa a niños y niñas desde los cuatro meses y que nos da una particularidad específica como universidad que no teme a la infancia.

Quiero remarcar que el equipo docente de la Upetita está formado por profesionales con la titulación requerida, que pondrán el bienestar de los niños en el centro de sus decisiones, pero que contarán con el apoyo de profesionales de la universidad.

Conectar con maestros y educadores del territorio

Y nos podemos plantear: ¿Por qué es bueno que la Upetita, o igualmente el Lab, sean de la universidad? ¿Que diferencia esta escuela infantil o este espacio de ciencia de cualquier otra sin universidad detrás? Por ejemplo, el hecho de que ahora mismo tenemos una persona del equipo docente que tiene que hacer una tesis sobre didáctica de la ciencia desde las primeres edades, que enriquecerá la Upetita y el Lab. Y otra persona que hará una tesis sobre el uso de la simulación en la cohesión de equipos educativos, que enriquecerá la Upetita y el Lab. Y todo el potencial creativo de nuestras estudiantes, con ideas y tareas, que en determinados momentos y siempre bajo supervisión, enriquecerán la Upetita y el Lab. Por lo tanto, será una escula infantil y un espacio de ciencia en evolución constante, una evolución que tenemos la intención de compartir con las redes de maestras y educadoras del territorio.  

Acercarse a la realidad de la infancia

Está claro que el Lab y a Upetita se benefician de la Universidad. Pero entonces, ¿a la universidad, qué nos aporta tener estos espacios de atención directa a la infancia? Creo que está muy claro que la gran beneficiada de esta apuesta es la universidad. Un grado universitario o un ciclo formativo que forma maestras o técnicas de infantil no lo puede hacer sin estar en contacto con niños y escuelas. La universidad disfruta de un beneficio importantísimo de tener niños cerca porqué nos evita quedar atrapados en un metaverso teórico, elucubrando al margen de la realidad real y nos ayuda a construir aquellas prácticas coherentes con la teoría que nos aporta la investigación.

Como resumen, las propuestas de atención directa a la infancia se nutren de la formación y la investigación universitarias y, por lo tanto, crecen, y la universidad se acerca a la realidad de la infancia y, por lo tanto, también crece.

He comenzado hablando de Loris Malaguzzi y quiero terminar también con él. Malaguzzi consiguió convertir Reggio Emilia en un lugar de peregrinaje para todas las personas interesadas en la educación infantil. Nuestro equipo trabaja para convertir nuestra ciudad y nuestra universidad en referentes obligados para todas las personas interesadas en educación infantil.  

Montserrat Pedreira, directora del grado en Maestra de Educación Infantil de la Facultad de Ciencias Sociales de Manresa de la UVic-UCC 

*Texto del discurso de Montserrat Pedreira durante el acto de inauguración del edificio FUB4 – UEducació (27 de mayo de 2022)