Chloé Delacour estudia cuarto curso del grado en Fisioterapia en la Facultad de Ciencias de la Salud de Manresa. Es una de las personas que ha aprovechado la oportunidad de salir del país para realizar el Prácticum IV. Tras finalizarlo, hablamos con ella sobre su experiencia, que considera que le ha aportado un enriquecimiento personal, humano y profesional.
- ¿Por qué decidiste hacer prácticas internacionales y dónde las realizaste?
Decidí realizar prácticas internacionales en Francia, mi país de origen, porque quería hacerlas en un centro muy innovador y avanzado en técnicas de fisioterapia neurológica: el CMPR de Pionsat, en la región de Auvernia. Se trata de un centro de rehabilitación especializado en neurología. Además, esta experiencia me ha permitido enriquecer mi currículum con una vivencia internacional.
- ¿En qué consistió la experiencia? ¿Cuál era tu función en el CMPR?
Mis principales tareas fueron las propias de un fisioterapeuta: atención y tratamiento de pacientes, supervisión y acompañamiento durante las sesiones, evaluación inicial, intermedia y de alta, rehabilitación de la marcha y uso de herramientas de alta tecnología, como la realidad virtual, como complemento del tratamiento en fisioterapia. También participé en proyectos multidisciplinares para preparar la reintegración de los pacientes a su vida cotidiana.
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- ¿Qué has aprendido durante las prácticas internacionales?
Aprendí mucho tanto a nivel humano como técnico. Tuve la oportunidad de utilizar y probar máquinas de rehabilitación de última generación y de aprender nuevas técnicas, como el PNR, que eran completamente nuevas para mí. Además, compartí la experiencia con un equipo multidisciplinar y gané mucha confianza en mis habilidades como fisioterapeuta.
- ¿Cómo ha sido tu adaptación a un entorno desconocido?
Al principio, la adaptación no fue fácil, ya que Pionsat es una zona rural bastante aislada. Estaba lejos de mi entorno habitual, pero con el tiempo conocí a muchas personas gracias a las asociaciones locales y al apoyo de mis compañeros.
- ¿Qué es lo mejor y lo peor de las prácticas internacionales?
Lo mejor de las prácticas fue el ambiente de trabajo. Compartí experiencias con compañeros de diferentes países (España, Portugal, Francia), lo que resultó muy enriquecedor. La confianza mutua en el equipo me permitió superar retos y ganar confianza en mis habilidades. Lo más difícil fue la diferencia entre los programas universitarios de España y Francia, ya que se esperaba que tuviera conocimientos que no había adquirido en mi formación en España. Esto me obligó a adaptarme, investigar y trabajar mucho.
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- Globalmente, ¿cómo valoras esta experiencia?
Ha sido una experiencia muy enriquecedora, tanto a nivel profesional como personal. Me llevo amistades, más confianza en mis competencias prácticas y un aprendizaje muy positivo en fisioterapia.
- ¿Por qué recomendarías a alguien aprovechar esta oportunidad?
Recomiendo esta experiencia porque es muy enriquecedora en todos los aspectos. Las diferencias en las prácticas entre los dos países me han aportado más conocimientos. Descubrí un nuevo lugar y viví una experiencia maravillosa durante estos dos meses que me han ayudado a crecer como persona y como profesional.
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