Quería ser bombero, pero a los 16 años hice un curso de socorrismo acuático y descubrí mi verdadera vocación: quería ser enfermero. Este mes de junio me he graduado, pero antes he estado trabajando para apoyar a los profesionales sanitarios que han luchado contra la COVID-19. Lo he compaginado con los estudios de grado en la Facultad de Ciencias de la Salud de Manresa, con el inconveniente añadido de tener que hacer en un formato no presencial debido a las restricciones que obligaron todas las universidades a detener la formación presencial en las aulas.
El final de curso ha sido muy diferente de lo que me esperaba. La COVID-19 nos ha dado la oportunidad de hacer unas prácticas muy duras, pero hemos aprendido lo que en otras circunstancias no habríamos aprendido. A pesar de la desgracia de haberlo tenido que vivir, ha sido como un máster.
Estuve trabajando 16 días en el Hospital de San Joan de Déu de Manresa, en las unidades de COVID-19, para apoyar y paliar las consecuencias de las bajas de los profesionales sanitarios que se habían contagiado. Hacía trabajos de apoyo. El primer día estuve muy asustado y colapsado porque vi algunos pacientes que estaban muy graves. El segundo día fue mucho mejor y el tercero, me sentí preparado para ir al grano. Sentía que tenía las capacidades y los conocimientos necesarios para ser útil en esa situación. No me sentía como una carga. Veía claramente que estaba ayudando.
Estoy muy agradecido al profesorado de UManresa porque en esta última etapa y a pesar de las circunstancias, a través de la red siempre han estado pendientes de nosotros y no sólo los profesores de este curso, sino profesores de otros años, que nos escribían por correo electrónico, dándonos ánimos y ofreciéndonos su apoyo y ayuda en lo que fuera necesario.
Cuando decidí hacer el grado en Enfermería, tenía nota para entrar en la universidad pública, pero opté por la proximidad, por la apuesta de UManresa por la simulación, por la Clínica Universitaria, por la posibilidad de hacer las prácticas en lugares del territorio donde podría terminar trabajando... Además, si hacía números de lo que me costaría vivir o ir a estudiar a Barcelona, me compensaba quedarme aquí. Y estoy muy contento de la decisión que tomé.
Si tienes ganas, puedes aprender tanto como quieras, las instalaciones son increíbles y hay muy buenos profesionales enseñando. He comprobado que no se lo toman como un trabajo de ir a hacer clases y ya está, sino que lo viven como hacer un traspaso de conocimiento. Creo que he tenido la mejor preparación posible y además, he estado muy a gusto.
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