Tengo la gran suerte de poder decir que mi profesión es mi pasión. Desde siempre he sabido que quería ser fisioterapeuta, ya que en el ámbito de la salud, que era el campo elegido para desarrollar mi vida, es una profesión que permite tener un contacto estrecho y continuo con las personas a las cuales atendemos. Pero hace 20 años, mi visión de la profesión era bastante más difusa, ya sea porqué hice una elección más próxima al instinto, ya sea también por los pasos de gigante que la profesión ha hecho en la última década. Formé parte de la primera promoción de los estudios de fisioterapia en Manresa y de esto ya han pasado 20 años, una cifra que bien merece una reflexión para mirar atrás y hacia los retos de la profesión.
Cuando fue el momento de elegir estudios superiores tuve conocimiento que existiría la opción de una escuela de fisioterapia nueva en Manresa. Desconocía qué era la Fundació Universitària del Bages (FUB), no tenia ningún conocimiento sobre el plan de estudios, incluso cuando entregué el formulario de solicitud en el instituto, me preguntaron si estaba segura de mi decisión. ¡Por supuesto! Lo tenía clarísimo: si podía, me quedaba en Manresa a estudiar fisioterapia.
Tres edificios antes de la FUB1
¿Y qué me encontré aqueI primer día? Pues una universidad que nos acogía con los brazos abiertos, en una sala de actos de la Clínica Sant Josep, instalaciones que utilizamos durante los dos primeros cursos. Para mi, manresana de toda la vida, era curioso estudiar en la antigua Coronaria o en las Saleses, donde empezó la actividad de la FUB con los estudios de Enfermería. Más extraño fue cuando nos trasladamos a un antiguo concesionario de cotxes en la carretera de Cardlona.
Nuestros años de estudios no fueron para nada monótonos. Conocimos hasta tres ubicaciones de los estudios y no llegamos a estrenar el edificio central que todos conocemos ahora como la FUB1. Éramos unos exploradores, llenos de ilusión, mil horas lectivas de más y una cantidad importante de docentes que se repetían por las distintas asignaturas. En el fondo, éramos como una familia con ganas de poner en marcha un proyecto. De aquella etapa conservo amigos, compañeros de profesión y compañeros de trabajo, también.
Años después, y después de unas cuantas vueltas laborales, he tenido la suerte de poder incorporarme al equipo docente de los estudios de fisioterapia de la FUB, cosa que comportó nuevos retos. Con los años hemos pasado de ser unos estudios de diplomatura, con una proyección académica muy limitada, a tener la necesidad profesional (y sobre todo la capacidad de poderlo hacer) de progresar a nivel académico y obtener el título de doctorado. De ser una escuela adscrita a una universidad a tener facultad propia. Nuevos retos para una profesión que ha dejado atrás quizás su carácter más romántico y experiencial. Si miramos un poco atrás, vemos que hemos aprendido a criticar los abordajes mecanicistas que hacíamos entonces gracias a la incorporación del mundo científico y de la evidencia científica i que ahora nos centramos en abordajes basados en el razonamiento clínico y participamos de la evidencia científica.
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Orla de la primera promoción de los estudios de fisioterapia en Manresa
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Orla de la segunda promoción de los estudios de fisioterapia en Manresa
8 retos de la profesión
No estaríamos donde estamos ahora como profesión sin totos nuestros predecesores, que pusieron su empeño y capacidad para crecer y afrontar los retos que todavía tenemos por delante, que no son pocos precisamente. Pero si alguna cosa nos define como profesión es que somos unos inconformistas, siempre buscando puntos de mejora y de desarrollo. Por lo tanto, los que se gradúan este curso, ¿qué explicarán dentro de 20 años? Quizás se habrán podido cumplir algunos de los retos que he recogido entre el equipo docente de Fisioterapia y que enumero a continuación.
- Categorías profesionales y Especialidades reconocidas. El reconocimiento de especialidades de la posibilidad de poder ampliar las competencias de la Fisioterapia ante la necesidad de respuesta a los nuevos retos epidemiológicos y sanitarios por parte de los profesionales de las ciencias de la salud.
- Inclusión en la ley del medicamento para prescripción de ayudas ortoprotésicas y retirada de medicamentos prescindibles vinculados a procesos dolorosos o inflamatorios de etiología mecánica destinados a tratar la consecuencia y no la causa que puedan condicionar los efectos terapéuticos de la fisioterapia en estos procesos.
- Convertirnos en profesionales de “primera intención” en el sistema público de salud.
- Presència dels fisioterapeutes en tots els centres d’atenció primària.
- Apartar les pseudociencias de la práctica de ciertos sectores de la fisioterapia.
- Integració definitiva de la fisioteràpia en la investigació i la recerca.
- Facilitar la comunicación con las personas más gravemente afectadas.
- Inclusión del fisioterapeuta en el equipo multidisciplinario de manera efectiva, permitiendo una comunicación más fluida entre los distintos profesionales de la salud.
Olga Borao, fisioterapeuta y docente del Grado en Fisioterapia de la Facultad de Ciencias de la Salud de Manresa de la UVic-UCC. Borao forma parte de la primera promoción de titulados en Fisioteràpia en Manresa
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