El Centro de Innovación en Simulació de UManresa (CISARC) y el Ayuntamiento de Manresa, a través de ProManresa, pondrán en marcha la Escuela de Competencias, una nueva propuesta formativa basada en la simulación para formar en competencias blandas tanto a personas emprendedoras como personas en situación de búsqueda de empleo. El objetivo de esta innovadora propuesta es el diseño de una metodología propia para trabajar las competencias transversales de las personas, tanto en lo que se refiere a su identificación, como a la evaluación y su desarrollo posterior. Con la colaboración de la Diputación de Barcelona, la formación se pondrá en marcha en abril en el marco de un proyecto en el que participarán usuarios de servicios locales de ocupación del Bages. Esta metodología podrá aplicarse posteriormente al resto de servicios de ocupación del territorio.

Dominar las competencias que decantan la balanza en el mercado laboral

La Escuela de Competencias parte de la base de que, si hasta ahora los títulos y la formación académica eran suficientes para acceder a un puesto de trabajo, en la actualidad es imprescindible sumar a las competencias técnicas aquellas competencias y habilidades transversales que son necesarias para cualquier trabajo. Se trata de habilidades como la capacidad de trabajo en equipo, la comunicación, la resiliencia, la creatividad, la iniciativa, el autoaprendizaje o la gestión del estrés.

Este cambio de paradigma es el que ha hecho que ProManresa y otros Servicios Locales de Empleo del Bages hayan reorientado su trabajo para enfocarlo en la orientación por competencias de las personas. La experiencia de UManresa a través de su Centro de Innovación en Simulación, CISARC, permitirá desarrollar un programa pionero para utilizar la metodología de la simulación en beneficio de personas que estén en proceso de emprender o de búsqueda de empleo. El objetivo es que las personas que participen en el programa sepan identificar las habilidades que tienen y aquellas que carecen y trabajar para desarrollarlas.

Una metodología que ayuda a evaluar el desarrollo de competencias

La simulación se ha integrado en los procesos de formación continua de UManresa como una metodología de docencia y de aprendizaje efectiva para consolidar y desarrollar competencias que deben tener los profesionales en el ejercicio de su función. En la formación por competencias, conocida internacionalmente como Outcome Based Education, el participante es un elemento activo y la formación se centra en los aprendizajes entendidos como resultados, y no en la enseñanza, que es el medio para alcanzarlo.

La evaluación de las competencias sólo puede realizarse a través de la acción. Es por eso que la simulación, que es una metodología activa, es una herramienta perfecta para realizar esta evaluación. A diferencia del rol playing o de los soft skill games, la simulación, desde la recreación de la realidad profesional, favorece el desarrollo de competencias y permite evidenciar si los participantes en los programas formativos desarrollan de forma competente las tareas que tiene encomendadas de la misma cómo lo haría en su realidad profesional.

Suma de experiencias

Este innovador programa es el resultado de la suma de dos experticias: la de los servicios locales de empleo en la orientación de personas, que cuentan con expertos en la identificación, evaluación y desarrollo de competencias, y la del CISARC de UManresa, con 10 años de experiencia en el entrenamiento de competencias profesionales a través de la metodología de simulación.

El trabajo conjunto de los profesionales de ambos ámbitos permitirá trabajar en la formación de personas a partir de la recreación de casos que permitan tanto la evaluación como el desarrollo de las competencias transversales que demanda el mundo laboral en la actualidad. El objetivo es que este proceso formativo culmine con una acreditación de aval universitario de las competencias.

Para validar la utilidad del uso de la simulación en este tipo de acción formativa se trabajará con dos grupos de personas que participarán en una prueba piloto que permitirá contrastar la diferencia existente entre una orientación clásica y la orientación hecha a través de procesos formativos basados en la simulación. La prueba piloto incluye también un trabajo con empresas para impulsar la definición de las vacantes de trabajo teniendo en cuenta las competencias y para introducir esta nueva visión competencial en el funcionamiento de las empresas.