Es habitual oír hablar indistintamente de ejercicio terapéutico y terapia con ejercicio, pero, aunque se parecen mucho, no son términos equivalentes. El ejercicio terapéutico debe entenderse como aquel conjunto específico de ejercicios prescritos por un profesional fisioterapeuta, adaptados a las necesidades del paciente para una patología concreta, con las finalidades de tratarla o prevenirla, así como mejorar la función física y promover el estado de salud del paciente (1). La terapia con ejercicio tiene un significado más amplio, ya que hace referencia a un enfoque más abierto dentro de un plan de rehabilitación. Este plan puede incluir tanto el ejercicio terapéutico como otros programas de ejercicios centrados en la mejora de la condición física, la fuerza o la movilidad. Podemos decir, por tanto, que el ejercicio terapéutico está dentro del paraguas de la terapia con ejercicio. Se ha demostrado que ambos son efectivos para el tratamiento de una amplia gama de trastornos, entre ellos el sobrepeso y la obesidad (1,2).
Sobrepeso y obesidad
La Organización Mundial de la Salud (OMS) (3) define el sobrepeso como una afección caracterizada por la acumulación excesiva de grasa, mientras que la obesidad es una enfermedad crónica compleja definida por una acumulación excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. El diagnóstico de ambas se realiza mediante el cálculo del Índice de Masa Corporal (IMC). En el caso de los adultos, se considera sobrepeso si el IMC es igual o superior a 26, mientras que en la obesidad el IMC es igual o superior a 30. En ambos casos, la causa principal es el desequilibrio entre la alimentación y la actividad física. Un informe de 2022 de la Oficina Europea de la OMS indica que los datos de sobrepeso y obesidad en Europa son epidémicos. Afectan a cerca del 60% de la población, de la cual un 23% padece obesidad, siendo más prevalente en mujeres que en hombres y entre las personas con menor nivel educativo. Las recomendaciones de la OMS al respecto se centran en una pérdida de peso entre el 5-10% y en la reducción del perímetro de la cintura, relacionado con la grasa visceral (4).
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La European Association for the Study of Obesity (EASO) (5), relacionada desde 2011 con la Oficina Regional de la OMS para Europa y con la misión de mejorar los resultados de salud en toda la sociedad europea, promueve su acción mediante la colaboración en investigación, educación y políticas. En 2005 se unió a la Plataforma de la UE sobre dieta, actividad física y salud. En 2021, el grupo publicó un informe basado en pruebas de alta calidad (Grado A) sobre actividad física y obesidad, centrando el interés en la mejora de tres aspectos:
- Pérdida de peso corporal con la aplicación de un programa de entrenamiento de ejercicios aeróbicos de intensidad moderada.
- Preservación de la masa muscular con la aplicación de un programa de entrenamiento de ejercicios de resistencia de intensidad moderada-alta.
- Aumento de la forma física con la aplicación de un programa de entrenamiento ya sea solo de ejercicios de resistencia o bien combinados con entrenamiento aeróbico.
Oppert, Bellicha y Ciangura (6), expertos en nutrición de Francia, indican que la mejor estrategia para combatir el aumento de peso consiste en un programa de entrenamiento fundamentado ya sea en entrenamiento de resistencia, entrenamiento de resistencia más resistencia aeróbica o entrenamiento de intervalos de alta intensidad. Apuntan una relación directa entre la duración de la actividad física y la pérdida de peso (Dosis-Respuesta):
- Con actividad física de intensidad moderada de 2,5 h a 3,5 h semanales, se obtendría una pérdida de peso de 3 kg.
- Con actividad física de intensidad moderada de más de 3,7 h semanales, se obtendría una pérdida de peso de entre 5 y 8 kg.
Por tanto, la pérdida de peso es baja con un programa de entrenamiento como el que proponen. Este hecho podría atribuirse a que la actividad física provoca un gasto energético moderado comparativamente con el gasto energético que se genera en 24 h. El gasto energético total aumenta con la actividad física baja, pero se estabiliza cuando se realiza actividad física más intensa, ya que el cuerpo se adapta a mantener un gasto energético total dentro de un margen estrecho. El cuerpo es conservador y no quiere malgastar energía.
Aumento de peso en la mujer a partir de los 40 años
Una de las etapas vitales de la mujer más conflictivas respecto al aumento de peso es entre los 40 y 65 años. En este periodo tienen lugar las etapas de la menopausia (entre los 45 y 55 años) y la postmenopausia (entre los 55 y los 65 años). Aunque estadísticamente se han determinado rangos de edad, se pueden encontrar casos que no se ajusten a ellos.
La disminución de los niveles hormonales conlleva cambios como el aumento de la grasa abdominal y de la masa grasa corporal, la disminución de la masa muscular, la disminución de la actividad física y del gasto energético, así como resistencia a gastar energía. Son cambios que conllevan un aumento de peso con incremento de la grasa visceral, lo que favorece el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, cáncer, complicaciones de la mecánica corporal (osteoartritis, apnea del sueño, reflujo gastroesofágico), de incrementar los síntomas de la menopausia, de sufrir trastornos mentales y de acentuar la mortalidad (7, 8). Según Hurtado et al. (7), el aumento de peso en mujeres de mediana edad es consecuencia del descenso de tres factores: la tasa metabólica basal, la actividad física y la masa muscular.
El ensayo controlado aleatorizado de Son et al. (8) demuestra que caminar a intensidad moderada durante 12 semanas provoca una reducción significativa del peso, de la masa corporal y del porcentaje de grasa corporal, y, por tanto, mejora la composición corporal.
Las mejores horas para hacer terapia con ejercicio
Una variable interesante a considerar es la hora más favorable para hacer la terapia con ejercicio. Chomistek, Shiroma y Lee (9) concluyeron que aquellas mujeres que realizan menos del 39% de la actividad física antes del mediodía tienen un 26% más de probabilidades de padecer obesidad que aquellas que realizan el 54% o más de actividad física por la mañana. Los resultados también mostraron que caminar al final del día reduce más grasa que hacerlo por la mañana.
El estudio de Schumacher et al. (10) indica que la importancia del horario de ejercicio puede variar en función de la etapa de cambio en que se encuentre la persona respecto al ejercicio y el peso (etapa de inicio o etapa de mantenimiento). Han observado que realizar ejercicio por la mañana de manera constante favorece la adherencia al ejercicio de las personas con sobrepeso y obesidad, además de ayudarlas en el control del peso. Un horario de ejercicio constante por la mañana puede favorecer un aumento del nivel de ejercicio en adultos con sobrepeso y obesidad. Planificación, hábito y autorregulación son más fáciles de ejecutar por la mañana.
La alta sensibilización respecto al peso de las mujeres en estas etapas vitales, consecuencia de los anuncios constantes publicados al respecto y que inevitablemente ven a través del móvil, representa un problema para seguir pautas correctas para perder peso. Lamentablemente, no siempre se tiene en cuenta el desequilibrio entre la alimentación y la actividad física, y se pone un énfasis más intenso en la dieta, o mejor dicho, en no comer.
Como se ha dicho, la terapia con ejercicio es un complemento necesario para que el cuerpo mejore sus condiciones, pero es importante remarcar los siguientes aspectos:
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Ruth Galtés Fuentes, fisioterapeuta y docente del Grado en Fisioterapia de la Facultad de Ciencias de la Salud de Manresa
IMÁGENES: Michell Lauricella. Morpho. Anatomie Artistique. Formes Synthètiques. Editorial Gustavo Gil, SL.Barcelona 2018
Referencias
- Taylor NF, Dodd KJ, Shields N, Bruder A. Therapeutic exercise in physiotherapy practice is beneficial: a summary of systematic reviews 2002–2005. Australian Journal of Physiotherapy 2007;53(1):7-16.
- Smidt N, de Vet H, Bouter LM, Dekker J. Effectiveness of exercise therapy: A best-evidence summary of systematic reviews. Australian Journal of Physiotherapy 2005;51(2):71-85.
- Organización Mundial de la Salud (1 de marzo de 2024). Obesidad y sobrepeso. Recuperado de: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/obesity-andoverweight#:~:text=El%20sobrepeso%20es%20una%20afecci%C3%B3n,ser%20perjudicial%20para%20la%20salud
- WHO European Regional Obesity Report 2022. Copenhagen: WHO Regional Office for Europe; 2022. Licence: CC BY-NC-SA 3.0 IGO. Recuperado de: https://iris.who.int/bitstream/handle/10665/353747/9789289057738-eng.pdf?sequence=1
- European Associaton for the Study of Obesity. Recuperado de: https://easo.org/
- Oppert, Jean-Michel, Alice Bellicha, and Cécile Ciangura. "Physical activity in management of persons with obesity." European journal of internal medicine 93 (2021): 8-12.
- Hurtado MD, Saadedine M, Kapoor E, Shufelt CL, Faubion SS. Weight Gain in Midlife Women. Curr Obes Rep. 2024;13(2):352-363. doi:10.1007/s13679-024-00555-2
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