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Sarcopenia y envejecimiento: factores de riesgo y propuestas para mantener la fuerza muscular

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30/09/2024

El hecho de envejecer puede ir asociado a múltiples problemáticas y enfermedades. Una de ellas es la pérdida de masa muscular, conocida como sarcopenia. Esta conlleva una disminución de la fuerza y, en consecuencia, de la calidad de vida de la persona. En estos casos, la capacidad de vencer una resistencia —es decir, la fuerza ejercida— tiene una importancia especial desde el punto de vista de la prevención. Para estas personas, es vital poder mantener una buena marcha, prevenir posibles caídas, ser capaces de subir escaleras, tener una buena movilidad... en definitiva, mantener el máximo tiempo posible su independencia y la capacidad de llevar a cabo las actividades de la vida diaria (AVD) de manera autónoma [1].

En las personas de más de 80 años, la pérdida de masa muscular se calcula aproximadamente en un 50% respecto a la población joven [2,3], y las regiones más afectadas suelen ser las extremidades inferiores. Diversos estudios han intentado analizar el porqué de la pérdida de masa muscular en esta población. Aunque no se ha llegado a ninguna conclusión específica, parece que hay diversos factores que influyen en esta situación.

El principal factor de riesgo de pérdida de masa muscular a edades tempranas es llevar un estilo de vida sedentario [3]. Los factores que no se pueden modificar, y que parecen asociados al hecho de envejecer, son: la pérdida de unidades motoras del músculo, la disminución del número de motoneuronas que inervan el músculo, la reducción del tamaño de las fibras tipo 2 (las fibras propias de los músculos de mayor volumen y con más capacidad de ejecutar fuerza) y la menor concentración de células satélite vinculadas a las fibras tipo 2 [2-5].

Todo esto es relevante porque la fuerza muscular se ha descrito como un índice predictor de calidad de vida y de esperanza de vida, o, dicho de otra manera, la pérdida de fuerza y de masa muscular se asocia directamente a un mayor riesgo de mortalidad [6].

Todos estos factores, vinculados a la vejez, se pueden contrarrestar con el simple hecho de realizar, de manera regular, un programa de tonificación muscular combinado con ejercicios de tipo aeróbico. Nunca es demasiado tarde para empezar a realizar más actividad física, ya que se ha observado que las personas que se inician más allá de los 80 años tienen una esperanza de vida 3 años superior a las personas inactivas [7]. Un entrenamiento específico para este grupo de población puede representar una mejora de la condición física, especialmente de la fuerza, y esto repercute directamente en su calidad de vida, mejorando la calidad del tejido muscular y, en especial, en la población más mayor, convirtiéndose en una estrategia preventiva ante la pérdida de autonomía personal.

Una propuesta de actividad sería la siguiente:

  • De 30 a 60 minutos de actividad aeróbica moderada 5 días a la semana, o bien 20-30 minutos de actividad aeróbica intensa 2-3 días a la semana.
  • 12 semanas de duración.
  • Actividad muscular, involucrando 8-10 grupos musculares.
  • 3-4 series de ejercicios, realizando entre 8-12 repeticiones.

REFERENCIAS:

 

  1. Häkkinen K. Ageing and neuromuscular adaptation to strength training. En: Paavo V. Komi, editor. Strength and Power in Sport. 2nd Ed. Cornwall: Blackwell Science; 2003. p. 409-425.
  2. Verdijk L, Snijders T, Beelen M, Savelberg H, Meijer K, Kuipers H, van Loon L. Characteristics of muscle fiber type are predictive of skeletal muscle mass and strength in elderly. J Am Geristr Soc. 2010; 58: 2069-2075.
  3. Faulkner J, Larkin L, Claflin D, Brooks S. Age-related changes in the structure and function of skeletal muscles. Clin Exp Pharmacol Physiol. 2007; 34: 1091-1096.
  4. Verdijk L, Koopman R, Schaart G, Meijer K, Savelberg H, van Loon L. Satellite cell content is specifically reduced in type II skeletal muscle fibers in the elderly. Am J Physiol Endocrinol Metab. 2006; 292: 151-157.
  5. Nilwik R, Snijders T, Leenders M, Groen B, van Kranenburg J, Verdijk L, van Loon L. The decline in skeletal muscle mass with aging is mainly attributed to a reduction in type II muscle fiber size. Exp Gerontol. 2013; 48: 492-498.
  6. Castillo Garzón MJ. Physical fitness is an important contributor to health for the adults of tomorrow. Selección. 2007; 17 (1): 2-8.
  7. Nascimento CM, Ingles M, Salvador-Pascual A, Cominetti MR, Gomez-Cabrera MC, Viña J. Sarcopenia, frailty and their prevention by exercise. Free Radic Biol Med. 2019; 20: 132: 42-49.

Olga Borao Soler, fisioterapeuta, docente del Grado en Fisioterapia de la Facultad de Ciencias de la Salud y coordinadora del Servicio de Fisioterapia de la Clínica Universitaria de Manresa 

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