Los sistemas de enseñanza están, hoy en día, sometidos a nuevas presiones de cantidad, de diversidad y de velocidad de evolución de los conocimientos. Nos encontramos, a nivel global, en un momento en el cual, cuantitativamente, la demanda de la formación, tanto en secundaria como en las universidades, está desbordada, de la misma manera que lo están las formaciones profesionales y la formación continuada.
Por otro lado, nos encontramos con que el coste de la enseñanza - no el de la educación, que va por otro lado -, se verá multiplicado por el esfuerzo pedagógico de los profesores y de los formadores. La demanda de formación no conoce únicamente un enorme crecimiento cuantitativo, también experimenta una profunda mutación cualitativa en el sentido de una necesidad creciente de diversificación y de personalización. Las personas soportan, cada vez menos, seguir cursos uniformes o rígidos que no se correspondan con las necesidades reales y a las especificidades de su trayectoria de vida.
Vemos como el nuevo paradigma de la navegación, del todo opuesto al del cursus, se desarrolla en las prácticas de toma de decisiones y aprendizaje cooperativo en el si del ciberespacio, que favorece un conocimiento más masivo, instantáneo, selectivo y personalizado. Nos encontramos, pues, ante una situación en la cual las enseñanzas tradicionales serán cada vez menos pertinentes. Nos encontramos ante generaciones del clic instantáneo, generaciones que quieren vivir experiencias vitales, como aquellas que les ofrece el ciberespacio, el Metaverso o los juegos virtuales. Eso sucede porqué las nuevas generaciones de estudiantes, conocidos como Generación Z o Generación Alfa, han crecido en un mundo rodeados de tecnología y están muy acostumbrados a utilizar dispositivos digitales y aplicaciones. Eso ha cambiado la manera como aprenden y se relacionan con el conocimiento.
Por ese motivo, la función principal de los docentes no puede transferir cursos clásicos mediante la difusión memorística de conceptos. El docente se está convirtiendo en un animador de la inteligencia colectiva de los grupos que tiene a su cargo. El docente tendrá que centrar su actividad en el acompañamiento y la gestión de los aprendizajes: la incitación al intercambio de saberes, a partir de debates de ideas y posicionamientos, a medir la racionalidad de los pensamientos, la simulación de los actos que posteriormente se encontrarán en la vida real, o la interpretación de los resultados de los casos reales de estudio que puedan realizar, como prácticas reales.
Estas actividades se encuentran dentro de lo que conocemos como innovación transformativa en la enseñanza. Cuando hablamos de innovación transformativa en la enseñanza es cuando hacemos referencia a la adopción de nuevos modelos de enseñanza y aprendizaje que tienen el potencial de cambiar radicalmente como se imparte y se recibe la enseñanza. Algunos ejemplos de nuevos modelos de enseñanza transformativa son: aprendizaje basado en proyectos, donde los estudiantes aprenden a través de la solución de problemas y la realización de proyectos prácticos; aprendizaje personalizado, en el cual el contenido y el ritmo de aprendizaje se adaptan a las necesidades individuales de cada estudiante; aprendizaje basado en la tecnología, en el cual se utilizan herramientas digitales para facilitar el aprendizaje a distancia o en línea; aprendizaje basado en la colaboración, en el cual los estudiantes trabajan juntos para resolver problemas y completar proyectos.
Estos nuevos modelos de enseñanza se basan en la investigación sobre cómo el cerebro humano aprende y buscan aprovechar las ventajas de la tecnología pera hacer que el proceso de aprendizaje sea más efectivo y personalizado. Y aquí es donde entra en juego la inteligencia artificial aplicada al aprendizaje. La inteligencia artificial es una tecnología emergente que tiene el potencial de transformar la enseñanza porqué permite un aprendizaje personalizado y adaptativo, precisamente lo que busca la innovación transformativa. Algunas formas en las cuales la inteligencia artificial puede ser utilizada en la enseñanza son: sistemas de tutoría automatizados que proporcionan retroalimentación y ayuda personalizada a los estudiantes; recomendación de contenido educativo basado en el perfil y el rendimiento de los estudiantes; análisis de datos para evaluar el rendimiento y el progreso de los estudiantes y adaptar el contenido y el enfoque de la enseñanza en consecuencia. Aun así, es importante señalar que la inteligencia artificial no tiene que ser vista como una solución mágica o un substituto de maestros y profesores, sinó como una herramienta para mejorar y dar apoyo al proceso de enseñanza y aprendizaje.
La necesidad de los profesores de adaptarse a las nuevas tecnologías, pero sobre todo, en los próximos años, al uso de la inteligencia artificial como formas de enseñanza es cada vez más importante a causa del cambio en el entorno educativo y las expectativas de los estudiantes. La adaptación de los profesores a las nuevas tecnologías es esencial para proporcionar una enseñanza relevante, transformativa, disruptiva y efectiva para las nuevas generaciones de estudiantes, al mismo tiempo que nos permite mantenernos al día con las tendencias educativsa actuales.
Marc Selgas i Cors, doctor en Estudios Interculturales, coordinador de los CFGS de Empresa y profesor de ADE del campus Manresa de la UVic-UCC
Añadir nuevo comentario