La creatividad y la innovación son elementos clave para los profesionales que nos dedicamos desde el ámbito de la educación superior, ya que nos permiten adaptarnos a los cambios, ampliar nuestros conocimientos y ofrecer experiencias de aprendizaje enriquecedoras. Sin embargo, la creatividad y la innovación no solo se generan en laboratorios o mediante proyectos de investigación y dentro del ámbito universitario, sino que también son esenciales en la vida cotidiana.
¿Te has preguntado alguna vez cómo podemos fomentar estas cualidades en el día a día de nuestro contexto personal y profesional, transformando situaciones que consideramos ordinarias en algo que sea nuevo y extraordinario?
A menudo pensamos que la creatividad es el resultado de un don especial que tienen algunas personas, pero eso no es cierto. Todo el mundo puede ser creativo e innovar. La mayoría de las ideas innovadoras no surgen de un momento de serendipia al azar ni son el resultado de un momento genial de inspiración, sino que surgen a causa del disgusto por cosas que no funcionan en nuestro día a día o porque tenemos que buscar soluciones a problemas o necesidades no resueltas.
Así pues, ser creativo e innovador simplemente implica ser capaces de desarrollar nuevos hábitos y adoptar actitudes que fomenten la generación de ideas originales haciendo posible su implementación efectiva.
5 estrategias y actitudes para potenciar nuestra creatividad e innovación
- Mantener una mentalidad abierta, buscando opiniones y puntos de vista diversos para generar nuevas ideas y enriquecer nuestras soluciones. Cuando confluyen diversidad de pensamientos se generan mejores innovaciones. Cultiva una actitud abierta al cambio y a incorporar nuevas maneras de pensar y de hacer.
- Dedicar tiempo a la creatividad y la innovación. Apunta tus ideas, observaciones, necesidades que precisen soluciones, para estimular tu pensamiento creativo y generar nuevas respuestas. Pon la innovación en tu agenda, aunque sean pocos minutos.
- Experimentar, poniendo en práctica las nuevas ideas. No todas las innovaciones tienen que ser revolucionarias. Empieza con pequeños cambios, explora nuevos enfoques y asume algún riesgo. La experimentación es clave para la innovación. A pesar de experimentar fracasos, utiliza esta información para mejorar y continuar explorando nuevas ideas y enfoques.
- Fomentar la colaboración. La innovación implica trabajar en equipo, ya que habitualmente requiere la implicación de personas con diferentes habilidades y competencias para hacer posible su implementación. Explora tus capacidades y busca oportunidades para colaborar con otras personas en proyectos innovadores.
- Contribuir a construir un entorno innovador. Aunque en tu día a día el contexto no acompañe o puedas encontrar resistencias, mantén una actitud persistente y proactiva promoviendo tus ideas con determinación y defendiéndolas con argumentos sólidos. Desarrolla actividades que fomenten el pensamiento crítico, la resolución de problemas, que estimulen la participación y la experimentación y que ayuden a transformar positivamente tu entorno.
La creatividad y la innovación son habilidades que podemos cultivar y aplicar en todas las facetas de nuestra vida. Poniéndolas en práctica podemos desbloquear nuestro potencial creativo y generar ideas innovadoras que potencien nuestro crecimiento personal y profesional.
¡Atrévete a ser creativo e innovador en tu día a día!
Elena Medarde Barragan, directora de Innovación, Investigación y Transferencia de Conocimiento de UManresa
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