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5 estrategias personales y profesionales para ser más creativos e innovadores

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19/04/2024

La creatividad y la innovación son elementos clave para los profesionales que nos dedicamos desde el ámbito de la educación superior, ya que nos permiten adaptarnos a los cambios, ampliar nuestros conocimientos y ofrecer experiencias de aprendizaje enriquecedoras. Sin embargo, la creatividad y la innovación no solo se generan en laboratorios o mediante proyectos de investigación y dentro del ámbito universitario, sino que también son esenciales en la vida cotidiana.

¿Te has preguntado alguna vez cómo podemos fomentar estas cualidades en el día a día de nuestro contexto personal y profesional, transformando situaciones que consideramos ordinarias en algo que sea nuevo y extraordinario?

A menudo pensamos que la creatividad es el resultado de un don especial que tienen algunas personas, pero eso no es cierto. Todo el mundo puede ser creativo e innovar. La mayoría de las ideas innovadoras no surgen de un momento de serendipia al azar ni son el resultado de un momento genial de inspiración, sino que surgen a causa del disgusto por cosas que no funcionan en nuestro día a día o porque tenemos que buscar soluciones a problemas o necesidades no resueltas.

Así pues, ser creativo e innovador simplemente implica ser capaces de desarrollar nuevos hábitos y adoptar actitudes que fomenten la generación de ideas originales haciendo posible su implementación efectiva.

5 estrategias y actitudes para potenciar nuestra creatividad e innovación

  1. Mantener una mentalidad abierta, buscando opiniones y puntos de vista diversos para generar nuevas ideas y enriquecer nuestras soluciones. Cuando confluyen diversidad de pensamientos se generan mejores innovaciones. Cultiva una actitud abierta al cambio y a incorporar nuevas maneras de pensar y de hacer.
  2. Dedicar tiempo a la creatividad y la innovación. Apunta tus ideas, observaciones, necesidades que precisen soluciones, para estimular tu pensamiento creativo y generar nuevas respuestas. Pon la innovación en tu agenda, aunque sean pocos minutos.
  3. Experimentar, poniendo en práctica las nuevas ideas. No todas las innovaciones tienen que ser revolucionarias. Empieza con pequeños cambios, explora nuevos enfoques y asume algún riesgo. La experimentación es clave para la innovación. A pesar de experimentar fracasos, utiliza esta información para mejorar y continuar explorando nuevas ideas y enfoques.
  4. Fomentar la colaboración. La innovación implica trabajar en equipo, ya que habitualmente requiere la implicación de personas con diferentes habilidades y competencias para hacer posible su implementación. Explora tus capacidades y busca oportunidades para colaborar con otras personas en proyectos innovadores.
  5. Contribuir a construir un entorno innovador. Aunque en tu día a día el contexto no acompañe o puedas encontrar resistencias, mantén una actitud persistente y proactiva promoviendo tus ideas con determinación y defendiéndolas con argumentos sólidos. Desarrolla actividades que fomenten el pensamiento crítico, la resolución de problemas, que estimulen la participación y la experimentación y que ayuden a transformar positivamente tu entorno.

La creatividad y la innovación son habilidades que podemos cultivar y aplicar en todas las facetas de nuestra vida. Poniéndolas en práctica podemos desbloquear nuestro potencial creativo y generar ideas innovadoras que potencien nuestro crecimiento personal y profesional.

¡Atrévete a ser creativo e innovador en tu día a día!

Elena Medarde Barragan, directora de Innovación, Investigación y Transferencia de Conocimiento de UManresa
 

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