Cundo la COVID19 irrumpió en nuestras vidas, provocando pérdidas humanas, cambios sociales sustanciales e importantes consecuencias económicas, la comunidad científica, las instituciones de la salud y las redes de divulgación se volcaron a proponer estrategias para afrontar la nueva realidad. Una de las variables de más peso en la aceptación y el cumplimiento de las medidas durante la crisis sanitaria fue la percepción del riesgo para la salud, un aspecto que a pesar del tiempo que ha pasado, continua influyendo en la recuperación del estado de salud previo a la pandemia. Porqué la crisis sanitaria, la pandemia de COVID19, ha influido y ha cambiado la percepción de la propia salud y también la percepción del tiempo.
Según García del Castillo, podemos definir la percepción del riesgo de salud como "la evaluación cognitiva de las consecuencias que puede ocasionar un determinado comportamiento en salud, de carácter individual y/o colectivo". Esta evaluación se basa tanto en creencias o concepciones subjetivas como en indicadores de salud objetivos, que acostumbran a variar en función de la edad, las expectativas de protección, el optimismo ilusorio, el grado de información, la historia personal del individuo y la percepción de vulnerabilidad, entre otros. Durante el confinamiento por la pandemia, una de las variables de peso en la percepción del riesgo de salud fue la alteración en la percepción del tiempo.
Sin pretender profundizar en las complejas bases biológicas que rigen la percepción que los humanos tenemos del tiempo, la mayoría coincidimos que el tiempo es un fenómeno intrigante. A pesar de todo, podemos identificar dos tipos: el tiempo físico, que podemos medir y contar sin desesperarnos, y el tiempo subjetivo, definido como "la experiencia consciente de los procesos secuenciales que permiten al ser humano adaptarse a su entorno". Durante la pandemia, muchos de los elementos que determinan cómo percibimos el tiempo cambiaron, afectando a algunos procesos cognitivos que dependen de esta percepción.
¿Cómo afectó la percepción del tiempo a los pacientes afectados por el virus y a sus familiares?
Tanto si estaban ingresados como si permanecían en casa, atentos a la evolución de la sintomatología, el tiempo variaba en función de los acontecimientos relacionados con el diagnóstico, el tratamiento o la evolución de la enfermedad. En estos pacientes, la subestimación del tiempo, por ejemplo, se ha relacionado con estados de exaltación, inquietud, irritabilidad, alerta, preocupación y ansiedad. Mientras que la sobreestimación del tiempo acostumbra a asociarse a la desesperanza, rumiaciones, miedo, tristeza o estado de depresión. Todas podrían interferir en la adaptación del individuo a un contexto y a una realidad inéditas.
¿Cómo afectó la COVID10 a la percepción del tiempo entre los profesionales sanitarios?
La capacidad de percibir adecuadamente el tiempo depende, entre muchas otras cosas, de las expectativas y de cómo de previsible sea lo que estamos esperando. Por eso, la incertidumbre durante los días de la pandemia, juntamente con las largas jornadas laborales, los cambios de horarios, la alteración de las rutinas de atención, el augmento del número de pacientes, la fatiga y el peso de las emociones, contribuyeron a modificar la percepción del tiempo en muchos profesionales sanitarios.
¿Se nos ha escapado el tiempo?
Alguna cosa perdimos durante un aislamiento social que nos obligó a modificar nuestros hábitos de ocio, horarios de sueño, hábitos alimentarios y actividad física en función de comportamientos sedentarios.
La percepción tanto del tiempo como de las diferentes áreas que constituyen la salud (física, psicológica, emocional, social, etc.) están fuertemente influenciadas por nuestras experiencias, expectativas y la toma de conciencia sobre el entorno. Por eso, cabe esperar que el estrés social generado por la pandemia, la elevada percepción del riesgo para la salud y el miedo al contagio, se conviertan en estímulos para estudiar su impacto en la salud mental.
Si somos capaces de proponer nuevas pautas de comportamiento individual y colectivo para afrontar con más eficacia los futuros peligros, el tiempo perdido habrá valido la pena.
Violeida Sànchez Socarrás, profesora colaboradora del grado en Fisioterapia de la Facultad de Ciencias de la Salud de Manresa
REFERENCIAS
- Camargo-Sánchez A, Vargas R. Percepción de tiempo, salud mental en tiempos de pandemia por COVID-19 y cuarentenas. Univ. Salud. 2022;24(2):197-204.
- García del Castillo JA. Percepción de riesgo de salud durante la pandemia de la COVID-19. Salud y Drogas. 2022; 22(1):1-7.
- Nieto-López L, García-Cantó E, Rosa-Guillamón A. Relación entre nivel de condición física y percepción de la calidad de vida relacionada con la salud en adolescentes del sureste español. Rev. Fac. Med. 2020;68(4): 533-40.
- Droit-Volet S. Time perception in children: A neurodevelopmental approach. Neuropsychologia. 2013; 51(2):220-34.
Comentaris
Muchas gracias por tus…
Muchas gracias por tus aportes y sobre todo una realiadad sobrestimada en estos tiempo .
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