UManresa monitoriza los hábitos de movilidad de la comunidad universitaria en el marco de un proyecto de investigación interno para mejorar la salud y el bienestar mental
Alumnado, profesorado y personal de administración y servicios vinculado a UManresa participa durante este curso 2023-2024 en un proyecto de investigación interno para mejorar la salud y el bienestar mental de la comunidad universitaria. El objetivo del proyecto es llegar a 120 personas, que, durante una semana, llevarán un dispositivo (acelerómetro) que registrará sus patrones de movimiento, tanto de comportamiento sedentario como de actividad física. Pasado este período y una vez recogidos las datos objetivos, responderán un cuestionario subjetivo sobre bienestar emocional. La recogida de estos datos se alargará hasta final de curso.
La monitorización de los patrones de movimiento y las encuestas forman parte del proyecto de investigación interno impulsado por el fisioterapeuta e investigador de UManresa, Guillem Jabardo Camprubí. En el proyecto participan también otro personal investigador del campus Manresa de la UVic-UCC: Laia Sallés, Salomé Tàrrega, Mireia Vilafranca, Marta Not, Ester Colillas y también Pau Ferrer, este último del campus Vic de la UVic-UCC. El objetivo de este proyecto de investigación es crear una guía de intervención que permita mejorar la salud y el bienestar mental de la comunidad universitaria. Según el investigador principal del proyecto, el objetivo es que esta guía sea resultado de un proceso de co-creación en el cual intervengan tanto el estudiantado, como personas vinculadas a los colectivos docente y de administración y servicios de la Universidad.
Análisis de la relación entre actividad física y salud emocional con perspectiva de género
El proyecto de investigación tiene en cuenta dos factores. Por un lado el comportamiento sedentario y la actividad física y su relación con la salud mental y el bienestar emocional. En segundo lugar, las desigualdades de género en este ámbito, ya que en el caso de las chicas se reportan más problemas de salud mental.
En este momento, el proyecto está en fase de diagnóstico y de recogida de datos con los acelerómetros, que ha empezado a llevar el alumnado vinculado a los estudios de Ciencias de la Salud, profesorado y personal administrativo.
El acelerómetro es un dispositivo que se coloca en la parte anterior del muslo y se adhiere durante 9 días (de los cuales registra los movimientos de 7 días durante 24 horas al día). Como resultado, se obtienen los patrones de comportamiento activo y sedentario de la persona. Entre los diferentes datos de estos patrones, recoge el tiempo total de actividad física, así como el de sedentarismo, y lo más interesante a día de hoy, cómo este comportamiento activo o sedentario se ha distribuido a lo largo del día (si en períodos más cortos e interrumpidos o en períodos largos e ininterrumpidos). Esto es importante ya que, datos recientes apuntan que lo más perjudicial del comportamiento sedentario no es el tiempo total, sino la distribución de este (cuando se acumula en períodos cortos y, por tanto, se rompe el comportamiento sedentario, se observan beneficios para la salud, y en cambio, cuando se concentra en períodos largos la salud se ve afectada). La idea del proyecto es constatar si esta relación que se ha observado en otros factores de salud también se da en salud mental y bienestar emocional.
Un proyecto que implique a toda la comunidad
Durante el segundo semestre del curso, se llevará a cabo la parte cualitativa del trabajo, que se concretará en sesiones con grupos focales e historias de vida que permitan obtener datos e información sobre las necesidades de la comunidad universitaria en relación con la salud mental, la equidad de género y los comportamientos de vida activos.
Uno de los objetivos del proyecto de investigación es que la propuesta de actuación que se derive sea participativa, que implique a toda la comunidad universitària y que el resultado final sea asumido por toda la institución. “Lo que queremos”, explica, “es que las intervenciones que se acaben proponiendo en la guía de intervención se implementen y se prolonguen a lo largo del tiempo en beneficio de la salud mental y el bienestar emocional de la comunidad universitaria”. De hecho, en el marco del proyecto está prevista una fase piloto de implementación que se pueda valorar posteriormente con nuevas pruebas y encuestas.
El proyecto de investigación ha recibido financiación de la Dirección de Investigación e Innovación de UManresa y se ha presentado a convocatorias competitivas a nivel nacional e internacional.