El ictus, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV), es una emergencia médica grave que ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se interrumpe, causando daños permanentes por falta de oxígeno y nutrientes. Esta condición es una de las principales causas de discapacidad neurológica a nivel mundial, afectando a millones de personas cada año.
Uno de los efectos más comunes después de un ictus isquémico (causado por un coágulo de sangre) es la heminegligencia, un trastorno en el que el paciente no presta atención a uno de los lados de su cuerpo. Este fenómeno afecta aproximadamente al 70% de los supervivientes de un ictus isquémico en el hemisferio derecho del cerebro. Los pacientes con heminegligencia pueden tener dificultades para realizar actividades cotidianas como vestirse, comer o moverse por casa.
Los factores de riesgo para sufrir un ictus incluyen elementos no modificables como la edad, el sexo y la genética, así como factores modificables como el tabaquismo, la hipertensión, la obesidad y la diabetes. Prevenir y gestionar estos factores es crucial para reducir la incidencia de ictus y sus consecuencias. El ictus no solo tiene un impacto profundo en la salud de los pacientes, sino que también representa un costo significativo para los sistemas de salud y las economías familiares, con un gasto anual estimado en 45.000 millones de euros en Europa.
Innovación en la rehabilitación: la terapia espejo
Una de las innovaciones más prometedoras en la rehabilitación de pacientes con heminegligencia es la terapia espejo. Esta técnica consiste en utilizar un espejo para crear una ilusión visual que ayuda al cerebro a recuperar el control motor sobre la extremidad afectada. Al ver el reflejo de su extremidad sana, el cerebro del paciente recibe un estímulo visual que puede facilitar la reorganización neuronal y la mejora funcional.
Un estudio piloto llevado a cabo en el marco del Trabajo de Fin de Grado de Laetitia Piguillem, estudiante de Fisioterapia de UManresa, ha evaluado la eficacia de la terapia espejo combinada con el tratamiento convencional de rehabilitación. El estudio incluyó a veinte pacientes con ictus isquémico, divididos en dos grupos: uno que recibió terapia espejo combinada con rehabilitación convencional, y otro que solo recibió la rehabilitación convencional.
Los resultados preliminares son prometedores, indicando que los pacientes que recibieron la terapia espejo mostraron una mejora significativa en la función de la extremidad superior y en la reducción de los síntomas de heminegligencia en comparación con los que siguieron solo el tratamiento convencional.
Conclusiones y futuro de la rehabilitación post-ictus
El trabajo sugiere que la combinación de la terapia espejo con la rehabilitación convencional puede ofrecer beneficios sustanciales para los pacientes con heminegligencia post-ictus. Además, la identificación de subtipos de heminegligencia puede permitir personalizar los tratamientos y maximizar los resultados terapéuticos.
La integración de terapias innovadoras como la terapia espejo en los programas de rehabilitación representa una esperanza para los pacientes que luchan por recuperar su independencia y calidad de vida después de un ictus. El futuro de la rehabilitación post-ictus parece prometedor gracias a los nuevos enfoques terapéuticos, y continuar investigando y desarrollando estas estrategias será esencial para mejorar los resultados de los pacientes y reducir la carga global del ictus.
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