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Entrevista a Esteve Pintó, presidente de la PIMEC Catalunya Central: "Apostamos por una fiscalidad que acompañe el emprendimiento con ordenanzas alineadas con el desarrollo económico y la creación de empleo"

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Esteve Pintó
19/12/2023

Esteve Pintó i Bascompte es el Presidente de PIMEC Cataluña Central y CEO del grupo Aquacenter, resultado de la fusión de empresas familiares con el objetivo de desarrollar y proporcionar soluciones para el uso eficiente de la energía y una mejor utilización de los recursos naturales. Aspira a ser un referente en la aplicación de la ingeniería medioambiental para promover el desarrollo social y una economía sostenible. Su preocupación lo ha llevado a querer formar parte de organizaciones que trabajen para mejorar el entorno empresarial, por lo que es el presidente de PIMEC Cataluña Central.

¿Cuál es la misión y visión de PIMEC?

Somos la patronal que representa y defiende los intereses de los trabajadores autónomos, las micro, pequeñas y medianas empresas en Cataluña. Nuestro trabajo se extiende tanto en Cataluña como en toda España y Europa. El objetivo de PIMEC es crear conciencia y trabajar para asegurar que la política económica respalde el desarrollo de las pymes y los trabajadores autónomos, que constituyen el principal tejido empresarial de Cataluña, representando el 99,9% de todas las empresas, el 70% del empleo y el 65% del PIB de Cataluña. Como la patronal de las pymes y los trabajadores autónomos, la función principal de PIMEC es influir en la creación de un entorno más favorable para la competitividad de las pymes catalanas y los trabajadores autónomos. Esto se logra a través de la presencia de nuestra asociación en diversos comités, mesas y foros de diálogo con las administraciones públicas, partidos políticos, medios de comunicación y otros actores sociales. Aunque PIMEC tiene oficinas que se corresponden con las provincias catalanas, históricamente hemos tenido una oficina en Manresa para reconocer la importancia de la Cataluña Central en el tejido productivo catalán. El número total de miembros de PIMEC es de aproximadamente 150.000, con 3.000 en la Cataluña Central. PIMEC Cataluña Central opera en las regiones de Osona, Bages, Anoia, Moianès y Berguedà. Nuestra área de influencia tiene una población total de 504.000 habitantes, lo que representa el 7% de la población de Cataluña, y cubre un área de 4.730 km2, que es el 15% del territorio catalán.

Uno de los principales interlocutores de las pymes son los gobiernos locales. ¿Qué piden a los municipios?

Abogamos por una fiscalidad municipal que respalde el crecimiento económico y el espíritu emprendedor a través de regulaciones alineadas con el desarrollo económico y la creación de empleo. Existe la necesidad de simplificación administrativa, que es una de las preocupaciones más importantes al lidiar con la documentación de los gobiernos locales. Con frecuencia, los empresarios se enfrentan a la lentitud de la administración al resolver procedimientos. La velocidad de la administración local no respalda al sector privado, que está acostumbrado a tomar decisiones e implementar proyectos rápidamente. Este factor es importante para mejorar la competitividad empresarial. No podemos permitirnos perder nuevas empresas en la región, oportunidades de inversión o expansiones de las existentes debido a retrasos administrativos. ¿Cuántas veces vemos licitaciones publicadas a las que las pequeñas y medianas empresas no pueden acceder? Proponemos mejorar la división de los contratos en lotes para facilitar la participación de pequeñas empresas y microempresas en licitaciones y avanzar en propuestas que les permitan ejecutar contratos. De esta manera, continuaremos creando riqueza y empleo en la región.

¿Cuál es la situación de las pymes?

Las pymes y los trabajadores autónomos tienen niveles de productividad más bajos y han experimentado aumentos significativos en los costos relacionados con suministros, energía, contribuciones e impuestos. Cuanto más pequeña es la empresa, tiende a ser menos productiva. Una pyme representativa aquí factura un 30% menos anualmente que su homóloga europea. Junto con Italia y Portugal, España tiene el porcentaje más alto de pequeñas empresas en la UE, superando el 99%. Esto dificulta las oportunidades para mejorar la productividad, las ventas, las exportaciones, los salarios, el empleo y, por lo tanto, el crecimiento del PIB. Además, las empresas suelen evitar superar el umbral de 50 empleados, ya que las cargas que asumen para expandir la fuerza laboral en solo un trabajador desincentivan la expansión.

¿Qué obstáculos institucionales enfrenta una empresa al intentar crecer?

En general, las pymes soportan muchas cargas burocráticas que deberían reducirse. En 2022, se publicaron más de 1,3 millones de páginas en los Boletines Oficiales del Estado y de las comunidades autónomas. Eso equivale a más de 5.300 páginas por cada día laborable. Esto es difícil de asimilar para las pymes que deben cumplir con regulaciones nacionales, regionales, locales y europeas. Desde 2016, la producción regulatoria casi se ha duplicado. A nivel nacional, incluyendo leyes orgánicas, leyes ordinarias, reales decretos y órdenes ministeriales, ha habido un aumento del 95%, junto con un aumento del 40% en leyes regionales y un aumento del 11% en regulaciones comunitarias. La burocracia y las cargas regulatorias son obstáculos importantes para el crecimiento de las pymes. Estas demandas son más rigurosas que las enfrentadas por empresas en otros países europeos en promedio. Además, esta situación, en lugar de mejorar, ha empeorado en los últimos años. Las nuevas obligaciones ambientales, sociales y de gobierno, junto con las restricciones que se están aprobando en materia laboral y la política de aumento constante de costos para las empresas, crean un escenario hostil para el crecimiento empresarial. Además, el impuesto de sociedades en España es más alto que en otros países europeos y su complejidad también es mayor. Estamos sufriendo un trato fiscal injusto. Por ejemplo, el impuesto de sucesiones en Cataluña representa un gran perjuicio para nuestras pymes familiares. Si queremos consolidar este tejido empresarial arraigado en el territorio, se debe revertir la última reforma de este impuesto para que las futuras generaciones que deben ser nuestro relevo encuentren en la empresa una forma de vida y creación de riqueza y no una carga de impuestos.

¿Qué medidas se deberían implementar?

La reducción de costos, cargas burocráticas y barreras regulatorias. Afectan especialmente a las pymes, desviando sus recursos hacia cuestiones no productivas y disminuyendo, por lo tanto, su potencial de crecimiento. Se necesitan medidas que fomenten la inversión, que alivien a los empresarios de cargas burocráticas, impuestos que liberen recursos para permitir la reinversión de beneficios y costos laborales más bajos que fomenten la contratación. También se podrían hacer efectivos los pasos regulatorios después de cuatro años consecutivos si la empresa cumple con los requisitos. Esto evitaría el aumento de las cargas y las obligaciones por un crecimiento circunstancial y puntual de la empresa. Las pymes suelen sufrir retrasos en los cobros que debilitan la situación financiera de la empresa. La Comisión Europea ha propuesto un reglamento para que los pagos se realicen en un plazo máximo de 30 días y también prevé un régimen sancionador para el sector público y privado que incumpla esta medida. Uno de cada tres negocios que ha cerrado en España lo ha hecho debido a la morosidad de sus clientes. La diferencia entre cobrar en plazo y hacerlo fuera de plazo condiciona la supervivencia de una empresa y su entorno. La morosidad, en el ámbito empresarial, nos ha causado muchos quebraderos de cabeza y a menudo nos ha llevado a situaciones extremas. Sería una medida muy necesaria y bienvenida. Además, la cooperación empresarial es uno de los puntos que debemos mejorar. A nivel empresarial, más que nunca, las colaboraciones son necesarias. Y es importante destacar que el espíritu de superación y el esfuerzo son dos competencias que aún debemos trabajar más. Las noticias de empresas del territorio que innovan nos hacen ser optimistas y pensar que estamos en una zona con mucho potencial, a pesar de enfrentar amenazas como la reconversión de una parte del sector metalúrgico.

A pesar de tener tasas de desempleo elevadas, las empresas no encuentran personal calificado...

En la gestión de recursos humanos, aún nos falta una estrategia de innovación. Hablamos y debatimos mucho sobre perfiles, formación y actitud de nuestros equipos, y con el tiempo y compartiendo experiencias con diferentes sectores, reconozco que debemos avanzar más. Las pymes europeas no tienen tantas dificultades como nosotros para impulsar nuevas estrategias. Por ejemplo, las colaboraciones con los centros de formación para recibir a alumnos en prácticas son un mero trámite. Los jóvenes que están en itinerarios formativos están ansiosos por incorporarse a las empresas, y para las empresas es muy fácil recibir a estos alumnos. En nuestro país, todavía tenemos un camino por recorrer para mejorar.

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